Este proyecto es el resultado de la recopilación de 30 cartas de amor de parejas jóvenes pertenecientes a una misma generación millenial y que transitaron, unas más que otras, en situaciones llamadas tóxicas y co-dependientes. El cubrecama está elaborado con retazos de tela de diversa procedencia y hojas de distintos gramajes y coloración.
La obra pretende reflexionar en torno a un elemento habitual como es el cubrecama y vincularlo a los modelos heteronormados de pareja, los cuales, desde una perspectiva feminista, poseen las suficientes características para perpetuar y normalizar situaciones de violencia psicológica y dependencia emocional. En ese sentido, el cubrecama como objeto perteneciente a un espacio íntimo invita a repensar aquellos vínculos y a interpelarnos como sujetos atados a un modelo sexo-afectivo que ha trascendido siglo tras siglo. Por ello, las cartas de amor que en su momento histórico sirvieron como habilidad aristocrática y occidental, han facilitado el recojo de información de la comunicación entre pareja.

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